Treinta talentos culinarios en San Miguel de Allende: Una celebración de alta gastronomía en Millesime GNP Weekend

Treinta talentos culinarios en San Miguel de Allende: Una celebración de alta gastronomía en Millesime GNP Weekend

Por: Isis Malherbe

San Miguel de Allende se convirtió en el epicentro de la alta gastronomía del 25 al 28 de mayo, treinta talentos culinarios encendieron los fogones para recibir a los comensales de Millesime GNP Weekend 2024. Esta fiesta gastronómica, celebrada en el Hotel Rosewood, deleitó los sentidos de más de tres mil amantes de la gastronomía mexicana durante cuatro noches inolvidables en la ciudad colonial.

Un recorrido sensorial

Los asistentes pudieron disfrutar de espectaculares platillos, preparados por chefs internacionales cuyos restaurantes han sido premiados por la Guía Michelin. Entre ellos, destacaron Diego Oka, “heredero” de Gastón Acurio en La Mar y representante de la nueva ola de la comida peruana; Rodrigo de la Calle, galardonado con una estrella verde en El Invernadero por su concepto de cocina verde; y Lucía Freitas, revolucionaria de la comida gallega en A Tafona. A estos renombrados chefs se unieron más de veinte cocineros exitosos que ofrecieron una probadita de sus mejores creaciones gastronómicas.

Experiencias únicas

Manuel Quintanero, director de Millesime, expresó su felicidad por celebrar la tercera edición del evento, que reunió a alrededor de treinta chefs que sirvieron sus platillos, cocinaron al momento y ofrecieron talleres para compartir la riqueza y secretos de la cultura gastronómica. Con más de tres mil personas en cuatro días, la fiesta incluyó bandas de música, DJ’s, asados, experiencias de caviar y las famosas Cenas de Altura a cargo de chefs renombrados.

La tarde arrancó con una degustación de jamón bellotero 5 Jotas maridado con jerez, un twist al clásico vino tinto. Las minitlayudas con trufa blanca sorprendieron a los asistentes. Los sabores del mar se presentaron en ostiones frescos en su concha, nigiris de atún y salmón acompañados de sake, y diversos guisos presentados por los chefs.

Ambiente exuberante

El ambiente fue diseñado por Mauricio Galeano, director de Arquitectura de Millesime, con espacios culinarios inmersos en vegetación, murales de flores y animales, incluyendo coloridas guacamayas que volaban en el techo de bares y restaurantes. Los asistentes disfrutaron de exquisitos platillos maridados con diversos vinos, destilados y productos gourmet.

Entre los platillos destacados, se sirvieron ensalada de jaiba con camarón, erizo con caracol y paté de marlín por Sabina Bandera (La Guerrerense), y una experiencia de caviar y shot de tequila seguido de bun de recado negro por el chef Pepe Salinas (Balcón del Zócalo).

Maridajes exquisitos

La barra y la cava ofrecieron diversos maridajes, incluyendo carajillo, cervezas artesanales, tequila, mezcal y vinos de bodegas relevantes del país. El chef Dante Ferrero, del restaurante Dante Brasa y Fuego, destacó con su preparación de diferentes cortes de carne en el asador. Pedro Martin de Bulla presentó un recorrido por las regiones de España con vermut, gazpacho en texturas, bacalao y pulpo maridado con un vino rosado espumoso.

Cenas de altura

Las “Cenas de Altura” llevaron la experiencia a otro nivel. En el Hotel Casa Blanca, los chefs Diego Oka y Rodrigo de la Calle ofrecieron un menú sorprendente, mientras que en el Hotel Casa 1810, Lucía Freitas y Carlos Gaytán (Tzuco en Chicago) deleitaron con sus propuestas culinarias. Los asistentes disfrutaron de lubina en salsa cítrica, ribeye madurado en seco, y un postre de helado de frutos rojos con rosas y pimienta rosa.

Sintonía culinaria

San Miguel de Allende fue una fiesta culinaria. Además de Millesime, se realizaron otras actividades gastronómicas como una comida-maridaje en la cava privada de Reserva de la Familia, a cargo del chef Irving Cano, y una comida maridada en Hacienda San José Lavista con las etiquetas más representativas de su viñedo.

Millesime GNP Weekend 2024 fue una celebración de alta gastronomía que dejó una huella imborrable en los paladares y corazones de todos los asistentes. Esta edición reafirmó a San Miguel de Allende como un destino culinario de primer nivel, donde la gastronomía, el arte y la cultura se entrelazan en una sinfonía perfecta.